¿Cuántas veces has escuchado eso de “las parejas de hoy ya no aguantan nada”?
O “¿para qué empezar una relación si de media, no duran?”
Te pregunto: ¿Para tí, cuánta verdad hay en esas palabras?
Según el reciente incremento de interés hacia la terapia de pareja, los psicólogos especializados en relaciones y, ¿por qué no poner el dato? también según los motores de Google sobre la búsqueda de cómo solucionar conflictos con tu homólogo, parece como si hubiera una creciente oleada de mala calidad en las relaciones interpersonales.
Hay muchos factores que pueden explicarlo. Pero en este artículo, no me voy a centrar en ello.
Me voy a centrar en ofrecerte una salida en forma de solución preventiva para que la guardes como un tesoro.
Y es que ya sabes lo que disfruto combinando el saber científico con la parte más humana!
Te presento a Jhon Gottman, un científico que dedicó ni más ni menos que 40 años de su vida a estudiar las interacciones entre todo tipo de parejas.

Con eso me refiero a que en sus diversos grupos de estudio, existía una gran variedad: heterosexuales, bisexuales, homosexuales, personas con culturas totalmente opuestas, etc. Esto representa un punto muy importante, ya que en diseños experimentales, cuanta más variedad haya, más fiabilidad y viabilidad tienen los resultados.
Bien.
Tanto él como sus investigadores, tras analizar a través de todos estos años a las parejas, descubrieron un punto en común que las más sanas, exitosas y felices tenían en común:
Por cada interacción negativa con tu pareja, necesariamente tienen que haber cinco positivas del mismo nivel. Esta es la proporción científica ideal que garantiza tu gloria, bienestar y notoriedad con tu igual.
Me explico.
Deja que te ponga un ejemplo:
Llegas de trabajar y te encuentras que, a pesar de haberle pedido que limpiara la casa, la persona con la que convives está tumbada en el sofá mirando el teléfono.
Vaya, al menos, ya que no iba a cumplir su palabra, podría estar leyendo un libro o en el gimnasio, piensas...
1-0.
2-0, si piensas en que esta mañana se ha olvidado de darte un beso de despedida y dedicarte unas palabras como hace siempre.
Esta persona, pues, para equilibrar la balanza, tendría que hacer un total de 2x5=10 interacciones positivas para compensar estas dos negativas.
Teniendo en cuenta que sean del mismo nivel, porque quizás si dedica 3 horas a escribirte un soneto y te lo recita a la luz de las velas, quizás para tí esta interacción ya habrá valido por dichas 10.
Depende de cada uno.
Hay que ajustar los tiempos, creencias, valores y lo que sabes que te hace y le hace sentir mejor a la persona para aprovechar la porción ideal para vosotros de este estudio. Nada es una ciencia cierta. Entre ambos, decidiréis nuestras propias normas, límites y balanzas.
Y tú ¿ qué piensas?
¿Vas a empezar a implementar el estudio de Jhon en tu relación?
Te leo atentamente!