top of page

Paso inicial imprescindible para Avanzar y Evolucionar:

Foto del escritor: IkigaiIkigai

Te voy a revelar un secreto a voces: el mayor problema de no conseguir tus metas es, en la mayoría de ocasiones, que realmente no crees que las vayas a conseguir. 

Te hablo de metas alcanzables, realistas y que se puedan llevar a cabo cuando…Sorpresa! 

Tu consciente está centrado en la meta, ilusionado, motivado, has hecho un plan detallando perfectamente todos tus pasos para conseguir lo que deseas…

Pero tu inconsciente, no solo está centrado en esa meta, sino en cómo te tratas cuando estás solo, con qué palabras te autocomunicas, como te hablas a tí mismo, en cómo te cuidas y de qué modo, en qué aspectos eres flexible cuando no deberías serlo, en si antepones tus necesidades vitales simplemente para agradar a los demás y un largo etcétera.


Porque el inconsciente es esa máquina perfecta que no te quita ojo de encima: desde que naces y a partir de ahí, cada gesto, pensamiento o acción que emitas, le va a servir para hacerse una idea de cómo verdaderamente te ves. Y a ese Pepito Grillo, no se le puede engañar, y es él el que justamente te va a dar el permiso para triunfar o no. 


el poder del inconsciente
Tu inconsciente siempre estará vigilando tus pasos

Deja que te lo explique con un ejemplo:


Imagínate que tienes el objetivo de perder peso, concretamente 15 kg para encontrarte en tu mejor condición física.

 Inicias un plan, no demasiado convencido de que vaya a funcionar, pero igualmente empiezas con tus rutinas dietéticas y deportivas. En la primera semana lo cumples todo: practicas deporte durante 1 hora y media cada dos días, limpias tu dieta de comida basura, incrementas tu ingesta de agua…Todo bien. 

En la segunda semana, la cosa ya falla. Piensas “la semana pasada me esforcé mucho, voy a permitirme esta tarrina de helado. Es mi premio”. Bien, pero la cosa no acaba ahí, porque también piensas “hoy me quedaré consultando mis redes sociales hasta bien entrada la madrugada, concretamente buscando vídeos de recetas culinarias o de gente comiendo grandes manjares”  y “hoy me siento cansado, mejor no hago el entreno. Total, ¿qué puede pasar? Voy por el camino de adelgazar”. 


Aquí es donde está la clave: 

Conscientemente, puedes tener un plan perfecto para lograr tu objetivo pero resulta que de mientras, estás realizando una serie de acciones que van en contra de lo que habías pactado contigo mismo. 


Conscientemente te puedes dar excusas, contarte verdades a medias (e incluso autoconvencerte de ellas y creértelas!). 

Pero es el inconsciente, ese Pepito Grillo Perpetuo, es el único que va a permitir hacerte llegar hasta donde quieras. El consciente solo servirá para tomar las decisiones y con ellas, las acciones pertinentes. Pero en ningún momento va a tener tanto poder como su Jefe Subconsciente. 

Así que, en el caso de este ejemplo y de los que te puedas imaginar, si existe una clara disonancia cognitiva entre tus pensamientos, creencias y comportamiento, habrás fracasado en tus intenciones incluso antes de empezar: 

si no te lo crees con cada fibra de tu ser, tu inconsciente no te dará permiso para brillar y hará que te autoboicotees hasta no conseguir lo que te propones.


¿Por qué?

 Porque le estás dando informaciones contradictorias: trazas un plan pero no te lo paras de saltar, aunque sea con pequeñas acciones.

 El inconsciente te dará todo lo que le pidas, pero antes, pero debes ser totalmente congruente con lo que piensas, sientes y haces, solo entonces te dará la llave para cerrar los autosabotajes y demás que te están impidiendo florecer.

No tienes que enamorar a una pareja, amistad o familiar: empieza por obsesionarte conforme tu inconsciente caiga rendido de amor por tí.

 Entonces y solo entonces vas a proyectar lo que quieras. Con acción, por supuesto. Pero te aseguro que el camino se va a allanar increíblemente. 

¿Por dónde empezar?

Con cada micro y macro decisión programas tu autoconcepto. Y todo cuenta: desde qué palabras escoges para hablarte hasta cómo tratas a los objetos. 

  • Piénsalo: si tuvieras que usar tres adjetivos para describir cómo sueles tratar a tu móvil, ordenador, bolígrafo, utensilios de comer, ropa y todo aquello material que te rodea, ¿Cuáles serían? ¿Indiferencia, amabilidad, rabia, dureza, ternura…?

Tus microgestos parecen pequeños, pero cuando los sumas a lo largo de años resulta que lo son todo. 


Si quieres levantar un castillo, enamórate de cada ladrillo. 




También programas tu autoconcepto por el trato hacia las demás personas. Y aquí no tan solo vale con que seas amable, atento y divertido. No. Aquí vale el cómo sientas dentro de tí el cómo estás actuando:

¿Estás en una quedada con amistades que sabes desde el inicio que te va a aburrir porque tenéis caminos separados, pero igualmente asistes y te quedas, con la intención de repetirlo en un futuro las veces que hagan falta? Da igual que durante la cita finjas sentirte de un modo hacia el exterior que ni de lejos te sientes en tu interior. No vas a poder autoengañarte. 

  • ¿Estás saliendo con alguien que no te llena, ni te gusta, ni te aporta, simplemente por comodidad?

  • ¿Aguantas situaciones injustas con tus familiares o amistades?

  • ¿No pones suficientes límites en tu trabajo?

Estas preguntas en forma de ejemplos tienen algo en común: se centran en tu exterior. Lo que quiero decirte es que si estás demasiado pendiente de otras personas, tu inconsciente puede entender algo así como “prioriza más el tiempo de las otras personas porque el suyo no vale”.

La pregunta aquí es: 


¿Qué pensará mi inconsciente de mí si hago X o soporto Y? 

Personalmente, esta es mi brújula moral desde hace años. 

Y muy útil. 


Y recuerda:

No hay mayor infidelidad que el autoengaño.


Procura elevar tus estandares, se ambicioso con los objetivos que te propones. En la gran mayoría de las ocasiones, podemos dar mucho más de lo que creemos. 

Arriésgate (con responsabilidad y consciencia), pero pregúntate para qué quieres vivir esta vida, cómo verdaderamente lo quieres hacer y qué pasaría si estuvieras 10 años más viviendo exactamente igual que ahora. 

En este último caso  te arrepentirías de algo? 

Y no te quedes en parálisis por sobreanálisis. 

Por supuesto que debes analizar y estudiar tu plan, sin foco ni estudio de ello no hay resultados o no van a ser los que te mereces. 

Pero siempre, el primer paso va a ser cuidar y cultivar tu propio jardín, tu interior inconsciente,  para que las mariposas, esos sueños que tienes, aparezcan. 


©2024 por IKIGAI

bottom of page