Siento ser políticamente incorrecta, así que no te lo voy a decir yo, lo van a decir los datos numéricos:
En España se realizan casi 400.000 intervenciones quirúrgicas estéticas al año: gente que arriesga su propia vida para cambiar su físico (uno de las advertencias cuando una persona entra en quirófano es la posibilidad de que ésta, muera).
Y las demandas para cambiar algún rasgo del cuerpo de manera opcional, van en aumento. Parece ser que año tras año, la gente se gusta menos.
Las clínicas sanitarias de medicina estética suman un total de 8.000 puestos en nuestro territorio, sin contar los pequeños establecimientos dedicados a estética más natural, estética alternativa, salones de belleza…la lista resulta interminable.
Justamente y según el ministerio de Sanidad de España, las clínicas de medicina estética ya superan a las de Traumatología, Psicología Familiar y hasta a las de Pediatría. ¿De verdad hay más interés en la estética que en el cuidado de tu propia extensión de ti o, en el caso de no tener hijos, de la salud de algo tan puro y bello como un niño?
Y aquí viene lo importante:
Para que un ser humano sea realmente más atractivo, para que tú lo seas, debes centrar tu tiempo, dinero y energías en el autocuidado verdadero, yendo del interior al exterior.
Porque esto no va de dejarte tus ahorros en una cirugía estética, masajes faciales y superficiales que te mantienen la piel tersa durante un mes o incluso, de estar usando maquillaje durante una hora todos los días (lo que por cierto, se traduciría en 365 horas anuales dedicadas a ello).
La belleza real, la que atrae, va de otra cosa totalmente distinta.
Me explico:
Se puede ocultar un granito, una arruga o unas cuantas canas de modos relativamente sencillos, pero la cuestión principal es que estos signos tarden el máximo tiempo posible en aparecer.
Porque cuando aparecen, no hay marcha atrás: las células ya han hecho el proceso de envejecimiento, microlesión cutánea o alteración, y resulta verdaderamente difícil revertirlo.
Sea como sea, a la que esas marcas que no te gustan se hacen presentes ya será demasiado tarde y no habrá remedio o éste resultará muy lento.
Se puede tapar cualquier marca del cuerpo, sí, pero lo que no se puede fingir es lo que emite el organismo cuando está en cierto estado.
Por ejemplo, puedes disimular químicamente esas ojeras que tan poco te gustan y que sabes que vienen dadas por una combinación de mala higiene del sueño y un estrés crónico moderado - del que parece ser que la sociedad actual padece cada vez más -, entre otros motivos.
Pero lo que no podrás disimular es el comportamiento que el estrés y el insomnio te harán tener, así como el brillo de tus ojos, tu mirada, tu gesticularidad, la calidad de la piel (ya que entiendo que maquillarse todo el cuerpo, al final, puede resultar bastante tedioso). Son cosas que no se pueden fingir.
Incluso el olor nos delata constantemente: en el caso de padecer estrés crónico (pero también puntual), el pH de la piel se acidifica hasta formar un aroma casi imperceptible para nuestro sentido olfativo, pero también resulta que, aunque no lo parezca,
Nuestra pituitaria como seres humanos es como una máquina de rayos X detectora de patrones de salud o enfermedad, y la persona que tienes delante se dará cuenta de tu estado, aunque sea inconscientemente.
Según la Neurobiología, nacimos con ello y nos convierte en láseres capaz de saber el estado de la persona que tenemos delante, aunque no nos demos cuenta.
¿Te ha pasado alguna vez que una persona te caía mal des del inicio sin saber por qué, sin motivo, y encima, era agradable contigo en todo momento?
El olor hace mucho. En algunas ocasiones, lo hace todo.
Venimos al mundo pre programados con una serie de sentidos y habilidades vestigiales heredadas a lo largo de milenios de historia, uno de ellos, valorar a las personas a través de nuestro sentido olfativo.
Así, puede que no te sientas capaz de oler las feromonas y demás hormonas que emana de una persona, realmente es imperceptible, pero no por ello ésta información dejará de entrar en tu cerebro y te producirte una sensación de atracción o de rechazo.
Puede que, simplemente vigilando y cuidando conscientemente tu alimentación logres incrementar la salud natural de tu piel, olor e iluminación facial natural, por ejemplo:
El paso preliminar: limpiando tu alimentación de comida basura.
Convirtiendo tus ratos de comer en un ritual cuyo objetivo sea obtener energía eficaz, no tan solo disfrutar del hedonismo.
Practicar técnicas de desintoxicación orgánica.
Saber con exactitud y según tu naturaleza, estación, edad y situación concreta la dieta que más te conviene en vez de seguir una pauta de un nutricionista que resulta inverosímil, demasiado generalizada e inútil.
Incrementar la salud de tu segundo corazón: el sistema digestivo.
La mayoría de las personas tienen un poder digestivo bajo, lo que se traduce en, a grandes rasgos, menos belleza natural, ya que los macronutrientes ingeridos no serán digeridos eficazmente y, en consecuencia, será más probable que crees microinfecciones, que la permeabilidad y el pH de tu sistema digestivo se vea dañada, que crees fermentación en estómago e intestinos produciendo micosis e incluso que tu humor y estado mental se vea alterado.
Realmente, la lista es enorme.
De hecho, existen evidencias científicas conforme cierto volumen numérico de patologías mentales leves o moderadas provienen de un mal funcionamiento en el sistema digestivo.
En Alemania, Finlandia y Suiza ya se están implementando planes dietéticos con la finalidad de reducir o eliminar patologías mentales diagnosticadas.
Lo mismo sucede con niveles elevados y sostenidos durante el tiempo de tu gran enemigo: el cortisol. Aparte de envejecer tus células, también crea un campo de cultivo perfecto para una menor energía, irritabilidad, sequedad en órganos, piel y cabello, además de un sinfín de características que te acercarán a la enfermedad y te alejarán de tu mejor versión en atractivo.
¿Qué es ser guapo?
En primera y última instancia instancia, tener una salud completa.
Para mí, para tí y para cualquier persona que te encuentres en este camino.
Cuanto más te acercas a tu máxima salud, más máximos serán tus resultados físicos, psíquicos y emocionales.
Si quieres alcanzar el mejor potencial de belleza, no mires hacia fuera. Hazlo hacia dentro, teniendo en mente el medio/largo plazo de cómo le puede llegar a afectar a tu cuerpo un hábito, tipo de alimentación o el modo comportamental en el que escojas Vivir.